¿Qué hacemos para cambiar? ¿Qué hacemos para que los precios del aceite se recuperen en un margen justo para los productores? ¿Qué hacemos si las ayudas van progresivamente disminuyendo?.
Por supuesto que cambiar PASIVIDAD por ACTIVIDAD. No hay recetas milagrosas, pero se hace necesario un cambio de estrategia en lo que respecta al sector productor. Es imposible que un aceite español (¿?), como es el caso de la propaganda de la foto, se venda en Italia, embotellado a 0.99 €/ 750 ml. (1,32 €/litro).
La foto es de una cadena de supermercados italianos, pero la empresa a la que pertenece esa marca es la antigua SOS Corporación Alimentaría, ahora denominada DEOLEO, S.A.
Todos en mayor o menor medida somos responsables de esta situación, y a todos nos debe tocar salir del letargo y empezar a actuar. Muchos de vosotros me preguntáis qué hacer y ojalá lo supiera, los movimientos en este mundo oleícola, son impredecibles, pero algo tengo claro: en mis 25 años de experiencia he asistido a algunas cosas especialmente bien hechas en este sector (reformas de almazaras, bodegas...), pero la planificación general a medio-largo plazo, creo que ha sido negativa como nos lo demuestra la situación actual. Hemos mirado demasiado el corto plazo (la cantidad de subvención y el incremento productivo) en lugar de invertir en promoción y calidad..
Me siento obligada a resumir cual podría ser mi estrategia, si tuviera alguna responsabilidad en algo, que por suerte o desgracia no la tengo, y muchos nunca querrían que la tuviera (quédense tranquilos, que no ocurrirá). Solo dispongo de un pequeñísimo espacio, como es este blog, donde reclamo y utilizo mi derecho a opinar y hablar de mi verdad, de lo que honradamente pienso, aunque a algunos les pese.
Mis respuestas a las preguntas hechas al inicio de la entrada:
1. Considero imprescindible promover YA un CAMBIO EN LAS DENOMINACIONES DE LOS ACEITES. Los nombres oficiales de los aceites crean enorme confusión al consumidor y no es imposible modificarlos, pues como ya expuse en la entrada el 8 de de diciembre, la Junta de Andalucía en la recién aprobada Ley 2/2011, de 25 de marzo, de la Calidad Agroalimentaria y Pesquera de Andalucía se compromete a proponer este cambio a los productos alimentarios cuyos nombres puedan confundir al consumidor. ¡Habrá que pedírselo!.
Art. 4 . g) Promover iniciativas dirigidas a la clarificación y adecuación de las denominaciones de venta y definiciones de los productos para una mejor información a los consumidores que permita revalorizar y diferenciar la calidad de los productos y la protección de los consumidores y operadores.
Es necesario aclarar los nombres para que el consumidor sea libre a la hora de elegir el aceite que quiere (o puede) consumir.
2. INFORMAR al consumidor y PROMOCIONAR los aceites vírgenes y vírgenes extras desde el propio sector productor. No podemos esperar a que otras entidades y/o administraciones lo hagan por nosotros porque generalmente tienen también otros intereses. Difundir la cultura del olivar y el aceite, pero siempre de los oliva vírgenes, que son los que podemos controlar sin que los grandes envasadores nos dominen.
3. Defender La CALIDAD frente a la produción de lampantes. Abaratar costes en producción es necesario, la eficiencia en las almazaras también, pero planificarse en el campo y en la almazara para obtener Vírgenes Extras química y organolépticamente es primordial y no tiene un coste excesivo. Solo hay que estar convencido de ello y planificarlo.
Los agricultores se niegan a mentalizarse en la calidad porque "no se la pagan", llevan razón, pero sólo a medias. Existe una herramienta fácil, pero por supuesto impopular e incluso podría ser "políticamente incorrecta" (como yo lo soy), pero desde luego que sería eficaz si verdaderamente queremos que la calidad sea algo más que un discurso teórico. Modular las ayudas en función de la calidad, sería totalmente eficaz; es increíble que se cobre la misma cantidad de subvención por elaborar un aceite de alta calidad que por tirar aceituna al suelo y barrer/soplar para producir lampantes. Ya sé que esta medida no le gusta a los productores, pero deberíamos tener la valentía de afrontarla por el bien de todos a medio-largo plazo.
Esta calidad tiene además que ser refrendada con una estricta valoración y clasificación sensorial. Existen en el mercado demasiados vírgenes y lampantes etiquetados como "extras", y no sólo pertenecen a las grandes marcas, sino también a muchos de nuestros productores.
4. CONCENTRAR LA OFERTA para hacer frente a los cuatro grandes que tienen agrupada la demanda. Solo hay que tener cuidado en la elección de nuestros compañeros y representantes porque a veces se anteponen los intereses particulares y profesionales a los intereses generales, como hemos visto recientemente en alguna actuación que no quiero exponer, pero que todos conocéis (tema intervención....)
5. La SEGURIDAD ALIMENTARIA es imprescindible. No podemos arriesgarnos a que la aceituna de suelo pueda contener trazas de residuos, perderíamos la confianza del consumidor que tanto trabajo cuesta ganar. En estos momentos tan difíciles, podría ocasionar la total ruina del sector. No recoger aceituna de suelo, o recogerla totalmente separada, además de un mayor control en los productos fitosanitarios, nos evitará este problema. Es obligado.
Ya me he pasado de largo ¡es que no me controlo! y encima, seguro que me dejo cosas importantes. Os invito a debatir y opinar, a ver si le llega a alguien que tenga suficiente fuerza para iniciar este cambio, que ya va siendo hora.